El sistema de frenos es una parte esencial dentro del funcionamiento de un vehículo, ya que es la primordial fuente de seguridad en la conducción del mismo. Por tal motivo, su correcto funcionamiento es de vital importancia al momento de la utilización del vehículo, ayudando así a evitar accidentes de tránsito, contribuyendo a la seguridad de sus ocupantes y a la de terceros.
Como uno de los principales medios de seguridad de un vehículo, debemos prestar atención a su cuidado y mantenimiento. Para ello es conveniente revisarlo periódicamente y al mismo tiempo realizarle mantenimiento preventivo.
A continuación le brindamos algunos consejos para el correcto mantenimiento de los frenos de su vehículo.
· Controle el nivel y el estado del líquido para frenos en forma periódica. El líquido para frenos es el principal transmisor de la potencia de frenado hacia las ruedas. La escasez del mismo o el deterioro de este puede impedir que las ruedas frenen con la suficiente fuerza o incluso que no lleguen a frenar. El color marrón oscuro del mismo es un indicador de que el líquido se encuentra contaminado, pudiendo perjudicar los distintos componentes del sistema de freno.
· Verifique el recorrido de la palanca de freno de mano. Que el recorrido de la palanca de freno de mano se presente largo y/o flojo es sinónimo de que el sistema no esté funcionando de manera correcta y que al accionar la misma no llegue a ejercer la presión de frenado sobre las ruedas necesarias, o directamente que no llegue a ejercer presión alguna.
· Revise el estado de discos y pastillas de frenos. Algunos vehículos suelen contar con sensores indicadores de desgaste de pastillas en el tablero, ya sea sonoro o lumínico. En los que no existe este indicador, una forma de observar el desgaste puede ser a través de las llantas. De ser posible, se debe corroborar que la superficie de los discos se encuentre perfectamente plana y sin rayones ni marcas azules sobre la misma. En el caso de las pastillas, estas deberían de contar con un margen de seguridad de aproximadamente 4mm de material de fricción, el cual se puede medir desde el disco hasta el comienzo del lomo metálico de la misma.
· Inspeccione que no existan pérdidas de líquido en el circuito de freno. La existencia de pérdidas puede ser notada por manchas en las llantas, en el piso donde el auto estaciona, o por la transpiración ocurrida en la misma bomba de freno, entre otras. La existencia de este problema es de suma gravedad, ya que la escasez de líquido en el sistema puede generar fallas en el frenado.
· Compruebe el recorrido del pedal de freno. Es muy importante que usted a la hora de realizar un frenado encuentre el pedal firme, elevado y con un mínimo juego libre en el primer tramo del recorrido y con la suficiente sensibilidad que a usted le permita regular el tipo de frenado para cada maniobra que realice.
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